Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




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jueves, 31 de mayo de 2012

DDM: Capítulo 10

Aquí está el 10! Siento no haberlo puesto un poco antes, pero no he tenido tiempo :) Espero que os guste! :)


Después de haber desayunado varias rebanadas de pan con queso y algo de mermelada, me fui a mi habitación. Realmente, algo me estaba pasando. Esto no era normal. Suspiré, y me acaricié el pelo, mirando al infinito.
Alguien llamó a la puerta, y me sobresalté, incorporándome hasta sentarme al borde de la cama. Una joven de pelo negro, y unos hechizantes ojos azules acababa de entrar. Diana.

- Tienes ojeras.

Se acercó a mí, con su paso siempre tan decidido, y se sentó a mi lado. Me rodeó los hombros con los brazos, sonriéndome, para animarme.

- Pues, no sé de qué, he dormido muy bien. -mentí.

- No me lo trago, Kathy. Ambas sabemos que no has pegado ojo. ¿A que tengo razón?

Solté el aire contenido, en un largo suspiro, y acabé por asentir con lentitud. Ella me medio abrazó, y se separó segundos más tarde, sin dejar de mirarme.

- No sé qué me pasa, Diana... Ha sido cruzarme con él, y de repente... no sé. No sé lo que siento, Diana. Por una parte le odio, pero por otra...

- Le quieres. -me interrumpió.

- No, no lo sé... Es guapo, pero no le quiero... Dios, todo es muy raro... -inspiré profundamente, levantándome de la cama, y caminando por la habitación, nerviosa. -Es que... ¡Dios! Le mataría. Por todo lo que me hizo. Y por aparecer ante mí, y por... por ser cómo es.

Diana sonrió, y se levantó, caminando a mi lado, dando cortos paseos por la habitación.

- Debes olvidarte.

- No puedo olvidarme de algo que no pienso, Diana. -esbocé una sonrisa sincera, aunque mis palabras eran una gran mentira. Pero por suerte, Diana acabó por asentir, satisfecha, y salió de mi habitación.

¿Qué pasaría? No tendría mucho tiempo de pensarlo, y eso me alegró. La Isla de las Voces me ayudaría a concentrarme en lo que mi padre me enseñó, y no en el estúpido sentimiento que tanto odio; el amor

Y decidí salir. Respiré el aire fresco, y me acerqué a la proa. Y ahí me quedé, recordando mi pasado. Donde, por desgracia, aparecía Jacob Fellon.

"Tiemblo. Siempre tiemblo cuando le veo. Pero esta vez me hago la desinteresada. Recojo las cuerdas que hay tiradas sobre la cubierta del Greenwood, el barco de mi padre. Jacob viene solo, y le veo por el rabillo del ojo, pero prefiero girarme y darle la espalda. ¡Se acerca a mí! Pero tal vez sea para burlarse de mí, o tirarme al agua, quién sabe.

- Katherine. -dije.

¡Oh, Dios mío! Mi nombre pronunciado por sus labios... suena mucho mejor de lo que es. Eso me hace temblar de emoción. Creo que no se puede estar más enamorada...
Me giro, sin poder evitar mirarle de arriba abajo. Es un poco más alto que yo, y su pelo rubio sigue igual de desordenado, y sus brillantes ojos verdes... Me muerdo el labio inferior, y no digo nada. Me limito a esperar, como lo que he hecho durante todos estos años.

- ¿Puedo hablar contigo?

¡Claro, claro que sí, por supuesto! grita mi interior. Mis ojos brillan de la emoción. ¿Iba a ponerme a llorar...? Me acerco a él, asintiendo, y él me sonríe. Y yo siento que me derrito. 

- Quería decirte... quería decirte... que... -comienza a decir.

Le escucho, nada más importa, solo él y sus palabras, esas que están dirigidas a mí.

- Que me gustas... mucho. -dice por fin.

Siento que las lágrimas van a brotar de mis ojos en cualquier momento. Me muerdo con fuerza el labio inferior. No hay palabras, no es necesario, porque él ya sabe que le amo, que estoy perdidamente enamorada de él. Se acerca a mí, y se inclina levemente, dándome un tímido beso en los labios. No es nada, pero para mí es demasiado. Las piernas me tiemblan. Él me sonríe, y se da la vuelta, esbozando esa sonrisa. Me ha dado mi primer beso. Bueno, mi primer tímido besito, pero ha sido de Jacob... ¡De mi Jake! Y ahí me quedo, plantada en la cubierta del barco de mi padre, viendo cómo Jacob desaparece en la lejanía, envuelto en los cálidos colores del atardecer. Sin saber que pronto, sería también la primera vez... que me romperían el corazón."

Recuerdo todo eso como si hubiera pasado ayer. Mi cerebro repite aquel recuerdo incansablemente, hasta la hora de la comida. Comimos en la bodega, mientras Dan manejaba el timón, y luego, me fui a mi habitación, para ver si podía dormir un rato, por mínimo que fuera. Y así lo hice.

Abrí los ojos, sobresaltada por una voz masculina, que parecía lanzar gritos. Parpadeé varia soeces, hasta despejarme.

- ¡Katherine, despierta!

Dan me agarra de los brazos, y me levanta con fuerza, ayudándome a salir de la habitación. El viento frío me envuelve, congelando mi piel. Estamos rodeados de una espesa niebla, y el viento es frío y cortante. Miré a los lados, desorientada.

- ¿Qué está pasando?

Esa niebla no era normal, nunca nos había pasado.

- Hace varias horas que entramos en el Triángulo de las Bermudas, capitana. Esto no es normal.

Disminuimos la velocidad, y el barco de Jacob nos alcanzó, hasta colocarse a nuestro lado. Harry y Jacob, junto a Elizabeth, se encontraban apoyados en la barandilla. Preguntaron lo mismo que Dan, pero nadie tenía la respuesta, aunque nos podíamos hacer una idea; estábamos cerca de la Isla de las Voces.


Nos quedamos en silencio, pero el ruido de un cañonazo, nos despertó. Mi barco tembló, y todos nos tambaleamos con la sacudida. Alguien nos atacaba. Después, ocurrió lo mismo con el barco de Jacob.
Oí el típico "¡Nos atacan!", pero yo me encontraba medio ausente. No sabía qué me pasaba... Noté los empujones de mi tripulación corriendo por la cubierta, para defender el barco con nuestros cañones. Más ruido entre aquella espesa niebla. De pronto, me activé, volví a mí misma, y desenvainé mi espada, aunque con eso no haría mucho. Nos habíamos puesto en marcha, intentando huir de nuestros enemigos.

Mi barco, el de Jacob, y el del atacante, se había puesto en línea, muy pegados, y se estremecían con el choque de los cañones. Varios hombre fuertes y altos entraron en mi barco, y alzaron sus espadas, segando varias vidas. Yo, por mi parte, hice lo mismo, pero con ellos. Los hombres barbudos caían al suelo pesadamente, lanzando gemidos de dolor. En el barco de Jacob y de Harry pasaba lo mismo. Y tuve miedo. ¿Estarían bien?

Y de pronto, vi que su barco comenzaba a inclinarse peligrosamente, ardiendo por los cañonazos, y con la madera destrozada. Pero en la cubierta, aún seguían luchando encarnizadamente. No parecía importarles que podían ahogarse en breves minutos. Corrí a la barandilla, y grité el nombre de Harry, pero nadie se giró hacia mí.
Y de repente, noté un agudo dolor en la espalda, cerca de la nuca, y caí al suelo, aferrándome como pude a la barandilla. Alguien me había dado un mazado por detrás. Con movimientos torpes, alcé mi espada, y sin pensarlo dos veces, la clavé en el estómago de mi atacante. Este cayó, y yo conseguí incorporarme, justo en el momento, en que el barco de Jacob estaba  apunto d e hundirse del todo bajo el agua. Chillé varia soeces, pero nadie respondió. Varios hombres y mujeres nadaban en la superficie, tosiendo, y temblando, y otros, luchando todavía. Pero ninguno era Harry, ni Jacob, y tampoco Elizabeth.

No lo dudé, me subí a la barandilla, y sin previo aviso, me tiré al agua, nadando, esquivando a todos. Me sumergí, cogiendo aire suficiente, y bajé hasta donde estaba el barco, que seguía cayendo muy lentamente. Conseguí agarrarme a un palo de madera, e impulsarme hasta acercarme a lo que antes había sido la cubierta. Me fui guiando por los obstáculos, la vela blanca, rasgada y consumida en muchas partes, se movía ligeramente. Debía darme prisa, el aire se acababa.
Nadé con rapidez hacia lo que debía de ser la bodega, y me introduje en ella. Vi un leve movimiento, de alguien forcejeando, y de pronto, paró. Me acerqué con rapidez. Harry. Había cerrado sus ojos, ya sin aire. Le solté como pude, mareada. El oxígeno escaseaba en mis pulmones. Y conseguí soltarle, llevándole conmigo por donde había venido. Respiré profundamente cuando salimos a la superficie, y saqué la cabeza de Harry del agua. Nadé hasta mi barco, hasta llegar a unas escalerillas que había siempre por si acaso, y trepé por ellas, cargando con el cuerpo de Harry.

Habían tomado mi barco. Los hombres habían cogido presos a todas mi tripulación, y tiraban los cadáveres por la borda. ¿Diana...? ¿Dan...? Los hombres, enromes como ellos solos, me observaron.

- Vaya, vaya, vaya... Nada más ni nada menos que la Princesa de los Mares...

Caminó con lentitud, a mi alrededor. Hacía mucho frío, y aferré la mano inerte de Harry. Desvié mi mirada hacia el joven inconsciente, y le acaricié la cara. Despierta... Despierta... Y, como si alguien hubiera escuchado mis plegarias, Harry tosió, expulsando todo el agua de sus pulmones, y me miró, pálido.
Pero eso fue lo último que vi, porque alguien me volvió a golpear por detrás, esta vez en la cabeza, y caí, inconsciente, al suelo.

***

Cuando abrí los ojos, todo estaba sumido en la penumbra. Parpadeé, para despejarme, y un fuerte dolor me despertó del todo, justo en la cabeza. Me llevé la mano hasta el foco del dolor, pero estaba atada... Un hombre apareció de entre las sombras, con una enorme cicatriz que le cruzaba el ojo, y le llegaba hasta la mandíbula.

- Sabemos qué hacéis en estos mares. -hizo una pausa. -¿No será, por casualidad, buscar la Isla de las Voces?

Me quedé quieta, paralizada, tensa, y con algo de miedo. Abrí los ojos, sin dejar de mirarle.

- A juzgar por tu expresión, supongo que es así. Bueno, pues... una casualidad, porque nosotros andamos buscando precisamente lo mismo... Podríamos trabajar juntos.

- ¿Después de haber hundido el barco de mi acompañante?

Él me miró como si fuera un auténtico asesino. Se giró con rapidez, y de las sombras, sacó otra figura, que  reconocí al instante. Le quitó con violencia el pañuelo de la boca, y dijo:

- Como no cooperes con nosotros, te juro que le rajo el cuello.

Jacob me miró como un perro abandonado. Temía por su vida, porque sabía que yo le odiaba, y que era capaz de matarle con mis propias manos. Estaba segura de que pensaba que diría que me daba igual.

- No le hagas daño... -susurré.

- Muy fácil, encontraremos juntos la isla. No tenéis otra, Princesa de los Mares.

Me mordí el labio inferior.

- Creo que sabes que soy capaz.

Empuñó su daga, y se la puso al cuello. Le hizo un pequeño corte, del que brotó un hilillo de sangre. Jacob gimió, sin dejar de mirarme, suplicante. Al ver que no reaccionaba, el hombre le propinó una patada en las costillas, empujándole contra el suelo. Jacob se revolvió, con los ojos cerrados.

- Tú decides, Princesa. Su vida está en juego.

Apreté los puños con fuerza, no podía pensar con claridad. Ver cómo le hacían daño me superaba... Y verle tan débil y tan vulnerable... Me fijé en su rostro. Ya l habían pegado antes. Tenía el labio partido, y una ligera mancha morada bajo el ojo derecho. No podía permitir que le hicieran daño, a ninguno.

- ¡Katherine! ¡Por favor! -exclamó, suplicante.

Una parte de mí, muy pequeña, gritaba que le dejara morir, por haberme partido el corazón y haberme utilizado de esa manera. Pero en el fondo, éramos críos, y eso era pasado. No podía guardarle rencor por algo que hizo, tal vez, sin ser consciente de los daños que podía causar.

- Ya te lo han dicho, no tienes otra, Kathy...


No, no tenía otra. Kathy. Algo se revolvió en mi interior.
Sabía que aquellos hombres eran enemigos, justo los que mi padre intentaba evitar que llegaran a la isla. Pero era elegir entre la Isla de las Voces, y la vida de Jacob. Y tenía muy claro cuál era mi elección.
Jacob viviría sí o sí.


7 comentarios:

  1. Qué bonito :') Y largo,como a mi me gusta ^.^ Pobre mi Jake!! Espero que la Elizabeth esa esté bien sumergida... Que le den..
    Me hago una ligera idea de lo que pasó entre Kathy y Jake,pero espero que pronto nos la cuentes bie (O no pronto,cuando tu veas...)
    Te quiero, <3 Mañana el siguiente!!

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    1. Sí, será pronto jajajjaa Ya, yo también deseo que se haya ahogado, pero tengo un destino peor para ella.... muahahahahah xD
      Mañana el siguiente ^^
      Te quierooo! ^^

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  2. Ohhh!!
    Me encantaa!!!
    Me tienes enganchada que lo sepas y no me hagas sufrir muchoo con el siguientee!
    Besoss

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    1. Muchísimas gracias! ^.^
      Me alegrooo! :D Jajajaja ya se verá que pasa :P
      Besoss!!

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  3. Cuando subiras el siguiente? (espero q sea largo que me encantan xD)

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    1. Pues mira, espero terminarlo ahora ^.^ Es probable que en unos minutos :)
      Besos!!

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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