Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




Seguidores

miércoles, 23 de mayo de 2012

DDM: Capítulo 2

Bueno, hoy traigo mi segundo capítulo. Espero que os guste! :)







No tardé demasiado en llegar al puerto donde habíamos atracado, donde se encontraba mi embarcación. Y ahí estaba, erguida sobre el mar, recortada contra el cielo, imponente, con sus enormes velas blancas brillando bajo la luz del sol. Cada día me enamoraba más. Su nombre, Greenwood Wells, venía de mis apellidos. Aquel barco había pertenecido a mi padre, Alfonso Greenwood. Cuando yo cumplí los dieciséis, lo dejó a mi cargo, ya que así lo deseaba, después de adquirir él otro barco algo más pequeño, pero suficiente para él. Y yo por mi cuenta, le añadí el apellido de mi madre: Wells.

Mi tripulación estaba en el interior, limpiando la cubierta, y se asomaron en cuanto me vieron acercarme, saludándome con una gran sonrisa. Correspondí el saludo, y me acerqué a mi barco.

- ¡Buenos días, capitana! -le oí gritar a Dan. 

- ¡Katherine! -exclamé yo por mi parte, para corregirle. 

- Aún así eres la capitana, Katherine. -replicó, con una sonrisa divertida. 

Me acerqué a la rampa de madera, para subir a mi barco, con una sonrisa en los labios. 

- ¿A qué vienes, Katherine? -me preguntó, colocándose a mi lado en cuanto pisé la cubierta. 

Supongo que no se esperaban que llegara tan pronto. O tan tarde. 

- La reina, ya he hablado con ella. Quiere que dirijamos una expedición. 

- ¿Eso te ha dicho la reina? 

Asentí, clavando mis ojos aguamarina en los suyos. 

- Ya sé que es raro, pero no hagamos preguntas. Limitémonos a lo que nos ha ordenado. Me ha dicho que ha oído... -carraspeé, y continué. - que existe un tesoro, un tesoro muy codiciado, y según me ha explicado, se encuentra en la Isla de las Voces. 

Dan frunció el ceño, y ladeó la cabeza. No apartó su mirada de la mía ni por un instante. 

- Nunca he oído hablar de esa isla, capitana.

- Ni yo. -contesté, con una sonrisa. -Pero recuerda quiénes somos. Lo encontramos todo. 

Me giré levemente, en el momento justo para ver cómo los que me habían oído asentían y sonreían, de acuerdo con mis palabras. 

- Además, la reina me ha recomendado que empecemos nuestra búsqueda por las Islas Azores. Al menos, no estamos completamente perdidos. 

Dan sacudió la cabeza, y soltó una suave carcajada. Después añadí que saldríamos aquel mismo día, para no perder tiempo. 

Volví a bajar las escaleras, hasta el muelle, y me dispuse a llevar las cajas de madera que contenían nuestros víveres para la partida, a la bodega del barco. Siempre reponíamos el contenido de las cajas cada vez que llegábamos a un puerto. 

Pero antes de subir otra vez, oí una voz a mi espalda. 

- ¡Señorita Greenwood!

Repitió mi apellido varias veces, y me giré, con una caja entre las manos. Un consejero, supuse que de la realeza, algo mayor, y barrigudo, vestido de gala, corría hacia mí. Antes de hablar, frenó, y se agachó, jadeando, para intentar recuperar el aliento. Cerró los ojos con fuerza durante unos segundos, y se pasó la palma de la mano por la frente, limpiándose el sudor. 

- Dígame. 

- La reina... La reina dice... -hizo una pausa, acompañada de jadeos de cansancio. - que paren en el puerto de Vigo. Ahí se encontrará con alguien, no me ha dicho quién. Haréis la expedición juntos, orden de la reina.

Esbocé una media sonrisa, y asentí. ¿Quién sería? Tendría que hacer lo que me pedía la reina si quería averiguarlo: parar en el puerto de Vigo, y ahí encontrarme con mi acompañante. Aunque había varios días hasta ese puerto. 

- Entendido. -dije, sujetando con más firmeza la caja. -Todo claro. 

- Gracias por atenderme, señorita Greenwood. 

Le despedí con una inclinación de cabeza, y el hombre de giró, corriendo como podía, hasta llegar a un carruaje negro, tirado por dos preciosos frisones, que se lo llevaron al trote, hasta desaparecer en la lejanía. 

Después, subí la rampa para meter la caja que llevaba entre las manos, y Dan me cortó el paso, con una sonrisa. 

- ¿Qué te ha dicho? -inquirió. 

- Que tenemos un nuevo acompañante para esta expedición. 

Le dediqué una sonrisa burlona y divertida, y continué con mi trabajo de meter las cajas en la bodega del barco. Y después de casi una hora y media, estuvimos completamente listos para marcharnos. Zarpamos en pocos minutos, asegurándonos de que todo estaba en su sitio, a pesar de habernos pasado la hora pasada entera preparándolo todo. Las velas blancas, abombadas por el viento, hicieron que tomáramos velocidad. Yo me encargué del timón hasta que estuvimos fuera del puerto. 

El mar estaba tranquilo, con su intenso azul, ocultando sus profundidades y toda la vida que albergaba. Ése era mi hogar.

Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle.

Pero nadie sabía que, desde aquel día, todo cambiaría.


-    

Mientras tanto, en un puerto desconocido de Francia…


- ¿Estás seguro de que es el Príncipe de los Mares...? 

- Que sí, ¡hazme caso! 

- Pero si es un chiquillo de dieciocho años...

- Y qué. Bueno, ¿qué más da? Busca gente para su tripulación, es nuestra oportunidad para salir de aquí, y conocer mundo...

- Bueno, tienes razón. 

- ¡Siempre la tengo! -rió el hombre , terminando su cerveza. 

El ruido de sus botas les hizo girar la cabeza, hasta donde él se encontraba. Tenía un andar característico, como si hubiera nacido para ser un líder. Y efectivamente, lo era. 

- Estamos listos para zarpar, sólo quedáis vosotros. Y no puedo llegar tarde a mi cita. -esbozó una media sonrisa burlona. 

Los dos hombres, de espesa barba pelirroja, se levantaron a la vez, ruidosamente, y le siguieron. 

- Uno no puede hacer esperar a la Princesa de los Mares... -añadió el joven. 

- Sí, capitán. -contestó uno de los hombres, sonriendo a su vez. 

Y juntos, los tres, se subieron en su correspondiente barco, enorme, imponente, precioso, para embarcarse en una aventura totalmente inesperada... 
-      
-      

11 comentarios:

  1. Ya sabes que soy una profunda enamorada de tus historias :) Estoy deseando saber más de esa isla de las voces jajaja Y el chico pues love love eh? Te quiero fea <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabes que yo puedo adivinar cuando mientes :D jajajajja ya veras, ya veras... Y el chico... Pues eso, ya se vera xD Te quiero infinito, fea :) <3

      Eliminar
  2. Me encaantaa!!! Que sepas que voy a seguir leyendo tus capítulos!! Habrá amor entre el príncipe y la princesa de los mares??
    Besos :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias! :D Me alegro de que te guste! Tú ya sabes que tienes aquí una fan asegurada de su tu historia, que espero con ansias el siguiente capítulo! :)
      Quedará en el aire esa pregunta jajaja :)
      Besoos! :D

      Eliminar
  3. Hola!! Me gustan mucho tus capítulos y espero que los sigas escribiendo así de bien. Estaré pendiente del siguiente :)
    Besos y sigue así!

    R.T.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Holaa! Me alegro de que te gusten! :D Muchísimas gracias por pasarte y leerlos! :) Mañana seguramente tenga el tercero :)
      Besos y muchísimas gracias por tu apoyo!

      Eliminar
  4. Hola!! Me encana la historia! Es fantástica :) sigue escribiendo así de bien. ¿Vas a subir un capítulo cada día?

    Espero con muxass ganass el siguiente captitulo besos

    R.N.

    ResponderEliminar
  5. Hola!! Me alegro de que te guste la historia! ^^ pensé al principio que a la gente le iba a aburrir, y eso me alegra, que pienses ese! :) Si, en principio es un capítulo cada día :) Muchas gracias por tu apoyo!
    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aburrir?! Jajaja para nada! Mira que cuesta un poco al principio engancharse a un libro pero lei tu primer capítulo y ya me gustó!
      R.N.

      Eliminar
    2. Vaya, eso sí que me alegra jajajja Muchísimas gracias por comentar, y por pasarte a leer mis capítulos!
      Besos!

      Eliminar
  6. Aquí hay algo ! Entre estos dos uy uy uy uy...

    Me encanto esta parte : 'Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. '

    P.D: soy la del twitter ! :)

    ResponderEliminar