Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




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jueves, 14 de junio de 2012

DDM: Capítulo 22

Aquí os traigo el 22. He encontrado un hueco para escribir, y espero que os guste :)



Olivia me miró antes de salir de la cabaña, y se despidió con una frase:

- Sé fuerte, Ka... Katherine. -le costó pronunciar mi nombre.

Yo la sonreí, encantada de haber conocido a esa joven pelirroja de quince años. Puede que físicamente no se pareciera en nada a mí, pero en cuanto a sentimientos y tragedias, se parecía bastante.

Me quedé a solas con Harry, y nos miramos.

- ¿Por qué llorabas, Kathy? -preguntó, con extrema dulzura.

Desvié la mirada, y me mordí el labio inferior con tanta fuerza, que estuve a punto de hacerme una herida.
Se acercó al ver mi expresión, y tomó mi rostro entre sus manos.

- Dímelo, Kathy. Dime por qué lloras.

Noto que se me humedecen los ojos, por varias razones indescifrables. Sé que es por tristeza, por el reciente recuerdo de mi madre, por tener delante a la persona que amo, y que es inalcanzable, por recordar a Jacob intentando besarme después de todo.

- Por muchas cosas. -respondí, con un hilo de voz.

Me sentía mucho más débil y frágil. He pasado de ser el tallo espinoso de una fuerte rosa, a ser su pétalo más endeble.

- Sabes que estoy aquí. -contestó.

- Ya sé que siempre está aquí, Harry. -desvié la mirada, ya que no soltó mi rostro.

Tenerle tan cerca me recordaba lo lejos que estaba de mí en realidad. Mi estrella, mi Harry, lejos de mí.

- Te escucho, Kathy, estoy a tu lado.

Me llevó hasta la improvisada cama, y nos sentamos en el borde. Me agarró de una mano, y con la otra, me sequé las lágrimas. Miré al suelo, en parte algo avergonzada por mi actitud tan débil.

- Por mi madre. -dije.

Me acarició el hombro con dulzura, y me apartó el pelo de la cara. ¿Es que no lo entendía? Si hacía eso, me hacía más daño. Sé que era entre amigos, pero ese contacto me daba falsas esperanzas. Pero claro, él no lo sabía.

- Kathy, no mires al pasado. Saliste de esa, y te alejaste de ese agujero oscuro. ¿Por qué vuelves hacia atrás?

- No, Harry, no vuelvo. Nunca me he alejado, ese es el problema. Jamás me alejé de ese agujero, todo era una fachada, para ocultar mis sentimientos. Mi padre deseaba que fuera fuerte y feliz, y eso le hice creer. Pero eso no lo superé. Y sé que me ayudaste, y claro que sirvió, Harry, pero debes comprenderlo. Fue un duro golpe para mí.

Me fijé en que me había echado a llorar desconsoladamente. Tenía que sacar todos los sentimientos, porque si no, me comerían poco a poco. Me rodeó con los brazos, en un abrazo seguro. Deseé más, pero no podía ser. Así que me conformé con ese apoyo entre mejores amigos.


Lloré desconsoladamente sobre su hombro, recordando a mi madre, grabando en mi mente sus preciosos ojos, su maravillosa sonrisa, y su increíble forma de ser.


"Estoy fuera, en mi jardín, llorando como nunca he hecho. Me siento vulnerable y muy sola. Jamás había sentido tanto dolor, tanto miedo, tanta soledad. Mi mundo entero se ha derrumbado sobre mí, ahora, no todo es perfecto. 
Observo las finas briznas de hierba, con los ojos nublados por las lagrimas. Sujeto entre mis pequeñas manos el colgante de mi madre. Me lo ha dado mi papá, diciendo que mamá quería que lo tuviese yo. 

Papá no me ha dejado abrir la puerta, y verla. Sé que sería demasiado duro para mí, pero una parte de mí quiere despedirse de ella. Tenía un terrible nudo en la garganta, no me salían las palabras. Más de dos semanas lejos de ella, y ahora, estaba aún más lejos.
Pero papá se empeñaba en que estaba a nuestro lado, que jamás nos abandonaría. Y quiero creerle, pero aunque soy pequeña, sé que son falsos consuelos. 

La voz temblorosa de mi padre me saca de mis pensamientos. No le escucho, sólo oigo el eco de su voz. Miro en su dirección, girándome, y secándome las lágrimas. No quiero que vea que me ha afectado tanto. 
Cuando miro, veo que Harry, corre hacia mí. Se sienta a mi lado, y me abraza, susurrando mi nombre con su bonita voz.

- Kathy, Kathy...

Sus padres le dan el pésame a papá, que intenta parecer fuerte. Harry me acaricia el pelo, mirándome con tristeza.

- Kathy, estoy contigo, a tu lado, al igual que tu padre, y que tu madre.

Niego con la cabeza. 

- Mi madre no está.

- Claro que lo está, Kathy. Está ahí dentro.

Me coloca el dedo índice sobre el corazón, y mirándome.

- No... no la siento... -musito.

Harry esboza una ligera sonrisita, y en sus mejillas aparecen dos graciosos hoyuelos. 

- Sólo tienes que creer. -contesta.

Nos miramos, y rompo a llorar. La echo demasiado de menos, y sólo ha pasado un día. No me quiero imaginar cómo estaré en el futuro. 

- Kathy, sé que es duro, pero yo estaré a tu lado siempre, te lo prometo. 

Sus palabras parecen las de un hombre adulto. Harry también es muy inteligente. 
Nos fundimos en un cálido abrazo, que me sirve en parte de consuelo. Nos apartamos, y le miro, llorando.

- ¿Siempre, me lo prometes? 

- Kathy, siempre. -responde, esbozando una sonrisa -con los hoyuelos- que me hace gracia.

Yo, por mi parte, esbozo una triste sonrisa, y me da un tímido beso en la mejilla, antes de irse, ya que sus padres le llaman. 
Y ahí me quedo, observando cómo se marcha. 

Mi padre sale al jardín, y se tumba a mi lado, restregándose el rostro.

- ¿Qué tal está mi osito?

- Bien. -esbozo una sonrisa. -¿Y papá oso? 

Él ríe, divertido, y cierra los ojos. Se tumba sobre la hierba, y observa el cielo despejado de verano. 

- Te debo un bonito regalo para tu cumpleaños, Kat. -dice, llamándome por mi otro apodo.

- Con esto me vale, papá. -le señalo el colgante de mamá. Él sonríe tristemente. 

- Lo superaremos, osito, ¿a que sí?

- Por supuesto, papá oso. -contesto, abrazándole."


Nos separamos, después de ese doloroso recuerdo. Me llevé la mano al cuello, acariciando ese colgante, del que jamás me había separado.
Lo acaricié con dulzura, ensimismada, y con la mirada perdida.

- Sé que hay algo más que te preocupa. -me sorprendió Harry.

Yo le miré, alzando la vista. Claro que había más cosas. ¡Tú, por ejemplo!
Me agarró dulcemente de la mano, y me sonrío, como diciendo "Sigo aquí, a tu lado".
Suspiré largamente, dudando en contárselo. ¿Lo hacía, me atrevía, o no...?

- Harry... -comencé diciendo. -No sé si te habrás dado cuenta, pero...

Me callé, avergonzada, y bajé la mirada. No sabía como decirlo, porque nunca me había tenido que molestar por expresar aquel tipo de sentimientos. Me costaba hablar, estaba paralizada, y tenía un terrible nudo en la garganta.

- Es que... -continué, sin saber muy bien cómo. -Harry, ya te lo dije...

Él tragó saliva, esperando. Tal vez se lo imaginaba, y si era así, ¿por qué no ayudaba un poco? No sé, interrumpiéndome, haciendo que me callara.
Con un beso.
Y sonreí tontamente por aquel pensamiento. Sacudí la cabeza, y le miré a los ojos, dejando atrás esos pensamientos.

- Debo confesarte que... Yo...

Pero me hizo callar, y no precisamente con un beso. Me colocó un dedo sobre los labios, diciendo "Sssh..."
Pero yo no me quería callar, ya no quería. Deseaba habérselo dicho antes, sin tantos rodeos.

- Kathy, es mejor que no lo digas. -susurró con tristeza.

- ¿Por qué? -pregunté, algo cortada.

- Porque... No nos hará bien a ninguno de los dos. -hizo una pausa. -Lo siento.

Bajé la mirada. Rechazada. Pero era normal.
Volvió a cogerme de la mano, buscando mi mirada. Aguanté las lágrimas, y fruncí los labios. Le miré, y comenzó.

- Kat, tengo que contarte algo.

Kat. El apodo que me puso mi madre. Pero Harry no lo solía usar, salvo cuando... cuando algo iba mal.
Abrí los ojos, y le miré fijamente, esperando eso que tenía que contarme, eso que interrumpió Jacob antes.

- Lo siento mucho, Kat, de verdad. Sé que no es el momento más oportuno, y que tenía que habértelo dicho antes, pero no quiero esperar más. Sería engañarme a mí mismo.

Asentí después de varios segundos, ausente. Mierda. Era lo único que aparecía en mi mente. Ya está, la verdad.

- Yo... Dios, no sé cómo decírtelo.

¿Falta de confianza? pensé. Éramos los mejores amigos, estábamos más que unidos. Tendría que ser claro, y contarlo todo de un tirón. ¿Por qué no iba directo al grano?

- Vamos Harry, no puede ser que te cueste. Nos conocemos desde que éramos enanos... Confiamos el uno del otro, incluso sabiendo que lo que hay que decir es malo.

Y de pronto lo soltó, mientras yo le hablaba.

- Estoy con Diana.

Me quedé paralizada, y el nudo de la garganta se hizo aún más grande. Me solté de su mano, helada, y me bajé de la cama, sentándome en el suelo, apoyándome en la pared.

- Desde... ¿desde cuando? -pregunté con un hilo de voz.

- Yo... -comenzó a decir, desviando la mirada. -Desde después de aquella noche en la que casi nos besamos.

Sentía que las lágrimas brotaban de mis ojos, sin apenas poder contenerlas. Me retorcí las manos.

- Por qué no me lo contaste... -susurré, más que herida.

- Lo siento, Kathy, de verdad...

Me levanté bruscamente, sollozando, y le miré directamente.

- ¡Por qué no me lo contaste! -exclamé, fuera de mí. -Has permitido que me enamorara más de ti, sin frenarlo, sin pararme, sin decirme la verdad. Me has hecho imaginarme cosas que son imposibles, y todo porque me has mentido. Bueno, no, ni siquiera eso. No me has contado nada, que es peor.

Él se acercó a mí, para calmarme, pero yo sabía que no iba a calmarme.

- Kathy, en serio, es que no sabía como hacerlo, y los día pasaban, y no me veía capaz de hacerte eso... Sabía que te iba a doler, y me duele mucho a mí también. No quiero que estés así, Katherine, por favor. Esto me produce demasiada angustia.

- ¿Y a mí? ¿Te crees que a mí no? -solté. -¿Cómo te sentirías si tu mayor apoyo, tu amor, tu vida, te miente en este tema? ¿Eh?

No contestó. Se limitó a bajar la cabeza, sin saber qué hacer.

- Así es como me siento yo ahora. -sacudí la cabeza. -El amor nunca es bueno. -escupí. -Gracias, Harry.

No me creía capaz de hablarle así, pero lo hice. Fui borde con quien más amaba. Después de todo lo que había hecho él por mí. Pero no tenía derecho a hacerme eso.
Salí de la cabaña corriendo, como un animal herido y asustado, y enfadado con los malditos cazadores.
Pero es que jamás me imaginé que mi cazador sería Harry.

Caminé deprisa por el camino de tierra, intentando no despertar a la gente, que estaba dormida. Era muy tarde, y no me había dado cuenta.

- ¿Katherine?

¡El que faltaba!
No me paré para escucharle, aceleré el paso, pero él me siguió.

- ¡Katherine! -exclamó.

Me alcanzó, y me agarró de un brazo, obligándome a parar y a girarme.

- ¿Estás bien? -preguntó alarmado. -¿Ha pasado algo? Te estaba buscando, pero no me atrevía a entrar en la cabaña... Necesitaba hablar contigo, Kathy.

Gruñí, llorando por lo que me estaba pasando. Mi corazón vibraba por todos los sentimientos, y creía que ya no podría aguantar más.

- Yo no quiero hablar con nade, ¡con ningún chico! -sollocé.

- Es por lo de antes... -dijo él, como si no me hubiera escuchado.

- Lo de antes no existe, Jacob, no pasó nada. -dije, cerrando los ojos.

Me agarró por los hombros, y me zarandeó suavemente, alarmado por mi estado.

- Katherine...

Me acarició la mejilla, como si fuéramos amigos de toda la vida, y pensar eso me hizo recordar otra vez a Harry.
Intenté frenar las lágrimas, y Jacob me obligó a mirarle.

- Dame tiempo, por favor... -rogué.

Él asintió, y yo me solté, sin esperar una respuesta suya.
Tenía el corazón hecho un lío, no sabía qué sentía, todo se había vuelto a derrumbar.
Y las que faltaban aún.

No me esperaba para nada lo que me aguardaba en aquella isla.

6 comentarios:

  1. JOBAR,Te odiaría por hacerme llorar...Pero es que es tan fantástica la historia que solo te quiero más osito :) GRACIAS GRACIAS GRACIAS Te quiero mucho <3

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    1. Jajajajajja gracias amor! :) Siento que sea tan triste, pero quería que así fuera el pasado de Katherine ;)
      Te quiero muchísimo!

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  2. JaJaJa
    Es simplemente perfecto!!
    Escribess geniaal y con esta historia tan brillante y emotiva tengoo que reconoceer que inclusoo he lloradoo...
    Espero con ansia el siguientee!!

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    1. Muchísimas gracias Criskti! :D
      ¿En serioo? Jajajaj pues lo sientoo x)
      Un beso!

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  3. Yo también he llorado... Me encanta!! Espero pronto el próximo!!
    Muchos besos :)

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    1. Vaya, en serio que lo siento jejeje Pero quería que su historia fuera así :)
      Un beso enormee! ^^

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