Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




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miércoles, 17 de abril de 2013

DDM: Capítulo 70

¡Hola a todos! :3

Os traigo el capítulo 70, por fin. :) Espero de verdad que os guste, como siempre os digo. ^^ El próximo intentaré subirlo antes, aunque he de admitir que aún no está terminado... Pero intentaré ser rápida :)

(Ah, he añadido dos encuestas más, por si queréis votar. :))

Un besazo, y espero que disfrutéis de este capítulo ^^




(Katherine)


Cuando me metí en la cama, minutos después de que Jacob se hubiera marchado, no pude conciliar el sueño. A pesar de que intenté dormirme. Los ojos verdes de Jacob estaban clavados en los míos, mientras me hablaba bajo las estrellas. Mientras me confesaba que él y yo...

Traté de imaginármelo. Pero era incapaz. No... no podía, era imposible. Era una idea que no tomaba forma en mi cabeza.
Tampoco podía sacar de mi cabeza los últimos instantes de mi vida. Lo que me había recorrido de arriba abajo en cuanto Jacob me besó en la frente al despedirse. Y entonces aparecía Dan dándome un beso en la mejilla, haciéndome sentir algo totalmente distinto, pero a la vez parecido.

Y eso me hacía estar muy confusa.

Pero a pesar de todo, a pesar de mi activa mente, tratando de procesar todo lo que había ocurrido recientemente -la confesión de Jacob sobre su amor, Jacob y Dan discutiendo y sus respectivas formas de despedirme-, a pesar de todo eso, conseguí dormirme.


***


Los rayos de sol que se colaban en la habitación fueron los culpables de mi despertar. En mi mente aún persistía el recuerdo de los colores de la puesta de sol y de las millones de estrellas en el cielo nocturno.
Me estiré, y sentí un leve pinchazo en el vientre, a causa de la herida. Aunque muy leve.

Me levanté de la cama con lentitud, y dirigí una fugaz mirada al baño. Podía darme un baño, aunque fuera sola. Estaba segura de que no necesitaba ayuda. Me acerqué a la puerta de madera, y me metí en el baño, antes de cerrarla tras de mí.

Caminé hasta dicha bañera, y accioné el grifo metálico, algo oxidado. El agua que salió durante los primeros minutos era agua fría, pero después comenzó a salir caliente. No me importaba haber esperado, aunque hubiera tardado tanto.

Me desvestí con lentitud, y observé la venda que tenía alrededor del vientre, y no sabía si quitármela o no. Preferí dejarla donde estaba, para no tener que ver la herida o lo que quedaba de ella.
Me metí con lentitud, dejando que mi cuerpo se fuera acostumbrando al agua caliente. Dejé caer la cabeza sobre el borde de la bañera, y sentí cómo el agua limpiaba mi piel de cualquier tipo de suciedad.

Me sumergí en el agua, dejando que mi pelo también se mojara para lavarlo, y después, me levanté para alcanzar la pequeña pastilla de jabón que había sobre una mesita. Me pasé el jabón por la piel, y después me lavé el pelo. El jabón olía a... lavanda.

Y ese olor me hizo sentir extraña, hizo que se me encogiera el estómago, y no supe por qué. Cuando hube terminado de lavarme, decidí quedarme unos minutos en el agua, pensando y disfrutando de la soledad.

Cerré los ojos, y sobre la oscuridad que ahora me rodeaba, se proyectaron miles de millones de puntitos luminosos, semejantes a las estrellas que había visto la noche anterior.

Inspiré el aroma a lavanda, y de pronto, algo me recorrió de arriba abajo. Una sensación de terror. Algo atravesó mi mente, y cerré los ojos con más fuerza, tratando de descifrar lo que estaba ocurriendo en mi mente.

Estoy en una bañera. Huele a lavanda. Alguien frota mi piel. Un grito, un grito mío. Sangre. Después, otra vez en la bañera, mientras alguien limpia mi piel con el jabón de lavanda. Un golpe, más oscuridad, dolor y más sangre. Después, tela rozando mi cuerpo, un vestido blanco a mi alrededor. Un gemido, y dolor, entre una densa oscuridad. Chirridos. Una mano que me acaricia el cuello, y me aparta le cabello de la espalda. Unas manos que se trasladan a mi cintura. Dolor. Temor. Lágrimas. 

Abrí los ojos con rapidez, a la vez que me incorporaba, jadeando por la intensidad de aquello que estaba sintiendo. Miré a mi alrededor, sin saber qué ocurría. Me llevé la mano al pecho, tratando de calmar mi corazón. ¿Qué había pasado? ¿Qué había sido todo eso? Ninguna de las imágenes de mi cabeza parecían estar relacionadas. Eran cosas totalmente distintas entre sí. ¿Qué había pasado?

Cerré los ojos, a la vez que jadeaba. Después, me froté los ojos, para intentar alejar esa sensación de mi cuerpo.

Minutos después, algo más calmada, decidí salir del agua. Suspiré, y busqué con la mirada la toalla. La agarré con la mano, y me disponía a envolverme con ese trozo de tela desgastado, cuando alguien abrió la puerta. Me apreté más contra la tela, sobresaltada y con algo de miedo. Me giré con rapidez, y observé al joven que me miraba desde la puerta del baño.

- Oh, perdona.

- Dios, Jacob, ¡qué susto me has dado! -exclamé, intentando que la toalla me tapara lo máximo posible.

Jacob se echó a reír. Y eso me puso más nerviosa. Sentí el rubor extendiéndose por mis mejillas, y me obligué a cerrar los ojos.

- Perdona, de verdad. No lo he hecho aposta, no pretendía... entrar para encontrarte así. -hizo una pausa, en la que frunció los labios y se concentró en mirarme a los ojos. -Dan y yo nos hemos puesto un poco nerviosos... porque cuando entramos, no estabas. Y bueno, no se nos ocurrió mirar en el baño.

- Vaya, lo siento. -se me ocurrió contestar.

Desvié la mirada, y me encogí ligeramente sobre mí misma, tratando de no fijarme en que Jacob me estaba mirando de arriba abajo.

- ¡Eh, tú! -gritó, refiriéndose a Dan. -¡Está aquí!

Enseguida apareció el único que faltaba, Dan. Me miró, y suspiró, más tranquilo.

- Eres inútil hasta para mirar en un baño. -añadió Jacob, poniendo los ojos en blanco y sacudiendo la cabeza.

Dan apretó las mandíbulas e hizo caso omiso del comentario, para centrarse en mí.

- Menos mal que estás bien.

- Sólo... sólo estaba dándome un baño. No creí que por eso iba a preocuparos tanto.

- Y efectivamente, Katherine, no pasa nada. El único problema es que Dan es un neurótico que cree que estás muerta o que te ha pasado algo cada cinco segundos. Y ya ni hablar de su pésima manera de buscar. -interrumpió Jacob, sacudiendo la cabeza.

Dan apretó las mandíbulas, y se cruzó de brazos, algo ofendido por el comentario. No pude evitar reprimir una sonrisa. Y me hizo feliz ser capaz de sonreír, porque por unos segundos, aquella extraña sensación de temor y dolor había desaparecido.

- Bueno, ahora que la hemos encontrado sana y salva, y que sabemos que no está muerta ni la ha secuestrado una tripulación enfurecida... ¿qué tal si la dejamos tranquila? Creo que ha tenido suficiente con esta interrupción por tu maldita inutilidad y torpeza.

Dan resopló y le fulminó con la mirada, mientras caminaba hacia la puerta del baño.

- Ya nos ha quedado claro, Jacob. Nos ha quedado clarísimo. -refunfuñó mientras salía.

- Lo repetiré cuantas veces haga falta, porque esto es digno de recordar. ¡Por Dios, Dan! Sólo tenías que mirar en su habitación, que es lo que se dice muy pequeña. ¿Tan difícil era abrir la puerta del baño?

- Perdona por no ser tan perfecto como tú, Jacob. -repuso Dan, algo enfadado.

Su voz se iba apagando a medida que se alejaban del baño, pero fui capaz de escuchar la contestación de Jacob, llena de sarcasmo:

- Oh, no te disculpes. No es tu culpa.

Y después, ya no fui capaz de escuchar más. Suspiré, agradecida porque me hubieran dejado terminar lo que en un principio había sido un inocente baño y había acabado en un supuesto secuestro.
Salí de la pequeña habitación, y busqué ropa nueva en la cómoda. Había muchas camisas blancas iguales, y varios pantalones, casi todos del mismo color.

Cuando me hube vestido, me observé la venda húmeda, y me quedé varios minutos ahí parada, pensando en qué hacer. Había perdido la cuenta de cuánto tiempo había pasado desde aquella noche en la que supuestamente, me atacaron y perdí la memoria. Lo del ataque era indudable, pues tenía una herida como prueba. Pero lo de la memoria... Quería creerlo. Quería creerlo porque era mucho más fácil que dudar sobre todo lo que me contaban y preguntarme qué había sido de mi vida.

Me decidí por quitarme la venda, al final. Me atreví a observar la herida, que no era más que una línea de color rojo, una costra sobre lo que había sido la apuñada. Los alrededores estaban rojos, tal vez algo inflamados por lo que podía estar ocurriendo en el interior de mi abdomen, a causa de dicha apuñalada. Pero no dolía, o al menos, no demasiado.

Dejé la venda húmeda sobre la cómoda de madera, sin importarme si lo mojaba todo o no. Salí de la habitación, y miré a ambos lados del pasillo, desorientada. A pesar de haber comido con ellos durante casi todos los días, no sabía dónde estaban sus habitaciones. Pero no tuve que preocuparme, porque justo en ese momento, alguien abría una puerta cercana. Y el que la estaba abriendo era Dan.

Me observó con una tierna sonrisa, mientras sus ojos brillaban, y se acercó a mí.

- ¿Qué tal estás? -me preguntó, colocándome un mechón de pelo húmedo detrás de la oreja.

- Me siento mejor. Y la herida va bien. -contesté, enseñándole el corte.

- Me alegro. Mucho. -hizo una pausa, mientras observaba mi herida. -Tienes razón, está casi curada.

Después de que Dan acabara su frase, de la habitación salieron Elizabeth, Diana y Jacob. No estaba muy segura de saberme del todo sus nombres, salvo los de Jacob y Dan. Pero sí sabía que faltaba la pelirroja... Liv. Olivia.
Íbamos todos juntos a desayunar, y por alguna extraña razón, aquella misma mañana, en aquel momento, un sentimiento de felicidad me inundó. Pero era una felicidad que ni yo sabía descifrar.

***

Esa mañana me enteré de que la de pelo negro, Diana, tenía una hija pequeña, un bebé de muy poca edad, recién nacida. Y me explicaron que Olivia era la que se había ofrecido a cuidar de la pequeña esa mañana, para que Diana pudiera descansar un rato.

Por la tarde, Jacob volvió a aparecer en mi habitación, ofreciéndome otro pequeño "viaje".

- Supongo que no te viene mal salir de vez en cuando de la posada, así que me pregunto si te apetecía venir conmigo... a un lugar.

- Qué misterio. -susurré, sonriendo.

- Bueno, no es para tanto. De hecho, es bastante común. Simplemente quería sacarte de esta habitación.

Asentí, y sin pensarlo dos veces, me levanté de la cama, y le sonreí.

- Me parece buena idea. Vayamos a donde vayamos. -murmuré.

Jacob estiró su brazo, tendiéndome su mano, la cual agarré sin miedo. Me condujo hasta la puerta, y antes de abrir, se giró una última vez hacia mí.

- Esta vez sin pañuelo.

Y siguió adelante. Me guió por los pasillos, y por las mismas escaleras de madera que crujieron de la misma manera de siempre. En cuanto salimos fuera, me permití alzar la vista y observar el cielo medio despejado, y respirar el aire del exterior.

Tiró de mí con suavidad, y observé a las personas que caminaban ajenas a nosotros.
No sé cuánto tiempo pasó, porque estaba demasiado ocupada contemplando todos aquellos edificios, y a toda aquella gente que caminaba con prisa.

Comencé a notar esa salinidad en el aire, y supe que nos acercábamos al mar. Sentí un cosquilleo en el estómago, porque tenía muchas ganas de volver a ver aquella masa inmensa de agua salada. Y no tenía ni idea de por qué.

Llegamos al puerto, y pude observar todos los enormes barco atracados en el muelle, y la diminutas barquitas comparadas con dichas naves.
Me asombraba ver tantas diversidad de cosas. Todas las personas eran diferente, y lo eran incluso los barcos allí atracados.

Jacob me guió por el muelle, y me intenté quedar hasta con el crujido de la madera bajo nuestros pies. Todo era un nuevo mundo para mí, y daba la sensación de que jamás lo descubriría del todo.
Nos acercamos a un barco inmenso, imponente, recortado contra el cielo del atardecer. Sus velas estaba abombadas a causa del viento, y se balanceaba con firmeza sobre el agua, como si se tratara de tierra firme. Sentí una extraña punzada de añoranza en el corazón al observarlo.

- Estás frente al barco de la Princesa de los Mares.

"Princesa de los Mares."
Era un nombre que imponía respeto, al menos a mí. Parecía propio de alguien importante.

- ¿Qué es la Princesa de los Mares?

- La Princesa de los Mares es una mujer que lleva en sus venas Sangre Marina. Es una pirata encargada de la justicia, libre, que no está bajo la ley. Todo el mundo conoce la Sangre Marina. -hizo una pausa, en la que se giró para mirarme. -Hay varios Reyes, Reinas, Princesas y Príncipes de los Mares, al menos una pareja de cada tipo por continente. Bueno, mejor dicho, al menos dos. Cuando los Reyes de los Mares mueren, el Príncipe y la Princesa de los Mares del mismo continente adquiere su cargo.

Parecían casi tan importantes como los propios reyes de los continentes, a juzgar por esos nombres y por la... Sangre Marina.

- Y este es el barco de la Princesa de los Mares del continente europeo. -completó Jacob.

Tragué saliva, y volví a observar la embarcación. Hasta ese trozo de madera imponía respeto. Bueno, trozo de madera...

Jacob echó a correr hacia la rampa que llegaba hasta le barco, y yo me quedé paralizada.

- ¡Jacob, vuelve aquí! ¡Qué haces! -exclamé, poniéndome nerviosa.

Estaba claro que eran personas realmente importantes, y estaba segura de que habría alguien vigilando el barco las veinticuatro horas del día, como pasaba con los barcos de los reyes. Y lo que Jacob estaba haciendo, podía ser peligroso. ¿Y si le cogían preso por esta infracción?

- Voy a meterme en el barco de la Princesa de los Mares. Y tú vas a venir conmigo. -respondió, como si nada.

Miré hacia los lados, más nerviosa que antes, deseando mentalmente que Jacob reculara y volviera a mi lado, y que no estuvieran los tripulantes observándonos.

Cuando se acercó a mí, creí que se lo había pensado mejor, y suspiré de alivio. Pero me volví a poner nerviosa en cuanto agarró mi mano y tiró de mí hacia la rampa de madera. Él empezó a subir la rampa, y yo no pude contenerme.

- Jacob, nos pueden ver, y no creo que el castigo sea bueno.

- ¿Crees de verdad que te van a castigar por entrar en tu propio barco? -inquirió de pronto, con una media sonrisa.

Me quedé paralizada, y boquiabierta.

- ¿Qué?

- Tú eres la Princesa de los Mares. -sentenció.

Oí el latido nervioso de mi corazón, y sentí que me fallaban las piernas.

- Es broma, ¿no?

Jacob se limitó a sacudir la cabeza, sin perder la sonrisa. Después, tiró de mí hacia arriba, y acabé accediendo, aunque sin poder creerme aquello.

¿Yo? ¿La Princesa de los Mares? ¿Sería eso una pista de que en realidad todo aquello era mentira, y que Jacob y Dan se estaban inventando mi vida?

Me daba vueltas la cabeza, por todo. ¿Cómo podía ser eso cierto? ¿Cómo podía ser ese barco mío?

Jacob abrió la puerta de la barandilla, y entramos. Cuando pisé la cubierta de mi supuesto barco, sentí un escalofrío. Un escalofrío que me puso la piel de gallina, y me erizó el vello de la nuca. Pero ese escalofrío no era un simple escalofrío, sino un torbellino de miles de sentimientos que no pude ni descifrar.

Solté la mano de Jacob, y observé toda la superficie que se extendía ante mí, y que supuestamente era la cubierta de mi barco. Jacob se quedó al lado de la entrada, mientras yo daba pasos inseguros sobre la madera, hacia la barandilla opuesta de donde estábamos.

Cuando llegué, pasé la punta de los dedos sobre la barnizada madera, y cerré los ojos justo en el momento en que una sensación extraña me inundaba.

Cañonazos. Fuego. Sangre. Gritos de furia, pero también gritos de dolor. Espadas. Metales entrechocando. Metales atravesando carne. Golpes sobre la madera. Más cañonazos. Más gritos. Humo, ceniza. Y otro barco hundiéndose frente al nuestro. Yo. Yo agarrándome a la barandilla. Yo sintiendo el impulso de tirarme al mar, para ir hacia el barco que se hundía. Yo agarrando la barandilla. Yo sintiendo el suave barniz bajo la palma de mis manos, y finalmente, yo impulsándome hacia el mar. Frío. Hielo. 

Abrí los ojos justo cuando sentía un frío helador, y contuve el aliento. Me llevé la mano al pecho, agitada y nerviosa por lo que acaba de ocurrir en mi mente.

- Eh, ¿estás bien?

- Sí, sí... tranquilo. -contesté a duras penas.

Supuse que simplemente me lo había imaginado porque Jacob me acababa de decir que era la Princesa de los Mares y que era un pirata que buscaba la justicia. Así que mi mente había decidido imaginarse una escenita que tuviera que ver con barcos, mar y espadas. Y piratas, al parecer.

Pero de pronto, un vocecita habló.

"También has sentido algo parecido mientras te bañabas. ¿Por qué?"

Sentí la mano de Jacob sobre mi hombro, y eso me hizo volver a la realidad.

- Perdona. -me disculpé.

Sacudí la cabeza a la vez que cogía aire. Mi mirada se centró en un pequeño camarote que se encontraba justo detrás del timón, en una especie de tercer piso, por decirlo así.

- ¿Qué hay ahí?

- Tú lo deberías saber mejor que yo, ya que es tu camarote.

Le miré, sorprendida. Y seguidamente, caminé hacia dicho camarote. Agarré el picaporte, pero me derrumbé al ver que no se abría.
Me giré, para comunicárselo a Jacob, desazonada. Pero cuando me giré del todo, me encontré a Jacob con una media sonrisa y una llave de metal oxidada colgando de su mano.

- Creo que buscas esto.

- Es... es probable. -contesté en sun susurro.

Me tendió la llave, y nada más tocar el metal oxidado de aquella llave, otro torbellino de sentimientos me inundó, pero esta vez no apareció nada en mi mente. O al menos, nada de demasiada importancia.
Metí la pieza metálica en la cerradura de la puerta, y sentí una inmensa alegría en cuanto la puerta se abrió.

La luz del atardecer inundó todo lo que había dentro; una mesa con numerosos planos y sacos de dinero, un armario que debía contener ropa, un catre, y un oxidado espejo colgado de la pared.

No sabía por qué, pero sentí algo en mi interior. No debería haberme importado, dado que últimamente lo único que hacía era sentir y ver cosas que no conocía. Pero ese sentimiento era... por alguna razón, diferente. Algo latió en mi interior con intensidad, como tratando de salir al exterior, como tratando de emerger de unas inmensas profundidades. No sabía de qué se trataba, pero por alguna razón, me sentí... en paz. No sabría explicarlo. También sentí añoranza, y algo que me llamaba y me decía algo que no entendía.

Ojalá pudiera entenderlo algún día.

- ¿Esto era mío? -susurré, inmersa en la habitación.

- Todo. -contestó Jacob. -Bueno, salvo esos sacos de dinero y algunos mapas nuevos. Y la ropa que estoy seguro que hay en el armario. Salvo eso, todo es tuyo.

- ¿Y por qué todo salvo eso? -inquirí, dándome la vuelta hacia él.

- Digamos que después de ti, alguien tuvo este barco.

- ¿Quién? -pregunté.

- Dan y Elizabeth. -contestó Jacob, clavando sus ojos en los míos.

Volví el rostro y recorrí el camarote con la mirada. Era espacioso, y aún no podía creerme que fuera mío.

Di un paso hacia delante, temerosa, sin motivo alguno. Cogí aire, y tratando de despejar mi mente de esa extraña sensación que me había inundado, entré en el camarote. Me acerqué a la mesa, y recorrí la mesa con la punta de los dedos, extasiada. Observé los mapas que había sobre el escritorio, y el mundo me pareció demasiado grande.

Contemplé el catre, donde se suponía que yo dormía antes de todo esto. Después, caminé hacia el espejo, atraída por su marco dorado, y su cristal algo oxidado por el paso de los años. Observé mi reflejo en el espejo, y me acaricié un mechón de pelo algo ondulado. Tenía la piel pálida, y estaba bastante delgada. Seguidamente, rocé el marco dorado con la punta de los dedos, y otra sensación volvió a invadirme.

No sabía por qué, pero me entraron unas enormes ganas de echarme a llorar ahí mismo, delante del espejo. La voz de mi interior volvía a gritar, pero aún seguía sin entender lo que me decía. Fruncí los labios, y desvié la mirada, tratando de olvidar lo que acababa de sentir.

Me giré hacia Jacob, y esbocé una pequeña sonrisa.

- Todo esto... es imposible que fuera mío.

- Es tuyo, Katherine. En presente. -me corrigió.

Sacudí la cabeza, y antes de cerrar la puerta del camarote, eché un último vistazo. Y después de aquello, Jacob y yo nos sentamos en la proa, y observamos otra increíble puesta de sol. Y después, contemplamos la estrellas. ¿Qué más podía pedir?

- Una de tus cosas favoritas eran las puestas de sol y las estrellas. De hecho, si alguna vez me he parado a observar alguno de estos increíbles fenómenos, ha sido por ti. Tú querías que los viera contigo. Y después, cuando te marchaste, los veía yo solo para recordarte.

Estábamos sentados en la cubierta, apoyados en la barandilla de madera, y observando el cielo y el horizonte.

Una suave brisa nocturna nos envolvía, pero no teníamos frío. El ruido del mar era lo único que podíamos oír, aparte de los crujidos de la madera que producían los marineros al caminar sobre el muelle.

También oímos unas risas, y me giré para ver de quién se trataba; una pareja atravesaba el puerto, riendo, dados de la mano. Parecían jóvenes y... felices.
Volví la cabeza al frente justo en el momento en que ambos se empezaban a quitar la ropa para tirarse al agua.

- Me gustaría poder volver a ser yo misma. Me gustaría recordarlo todo, para saber por qué actuaba de una manera u otra. -susurré, retorciéndome las manos.

- Eso no es imposible, Katherine. Te aseguro que tarde o temprano, todo volverá a ser como antes. Y todos seguiremos aquí, a tu lado, esperándote.

Nos quedamos en silencio durante unos segundos, pero seguidamente, Jacob continuó hablando.

- No tienes que tener miedo, Katherine. Yo... te prometo que yo estaré siempre a tu lado, que jamás me alejaré de ti. Además, seguro que no soy el único que pretende esperarte aquí.

Suspiré, y cerré los ojos durante unos instantes, procesando sus palabras. Volví a abrirlos, y me atreví a mirarle.
Sus ojos verdes relucían con la luz plateada de la luna y las estrellas, y me quedé paralizada. Contuve el aliento justo en el momento en que Jacob alzaba una mano, y la colocaba en mi mejilla. Sentí la calidez de sus dedos sobre mi piel, y sus ojos me absorbían cada vez más y más.

- Te lo prometo. -hizo una pequeña pausa. -Kathy.

Mi corazón iba a mil por hora, y se aceleró aún más en cuanto Jacob comenzó a inclinarse hacia mí. Cerré los ojos con lentitud, justo cuando sus labios rozaron los míos en un dulce y suave beso.

Una corriente eléctrica me recorrió de arriba abajo, pero desapareció en cuanto Jacob se alejó ligeramente de mí.
Sus ojos penetraron en los míos, y yo ni siquiera supe qué hacer, porque estaba totalmente paralizada.

- Y así es como cierro mi promesa. -susurró, bajo las estrellas y la luna, que nos observaban desde la lejanía, siendo testigos de aquella dulce promesa.


19 comentarios:

  1. ADKODHNFKJBFSAKMLHJGSKQDJLBNKJABADFKJBALODNHDOL :_______________________

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    1. AREFDGFEFHGGRJHRTGJKRT LO TOMARÉ COMO UN "ME HA GUSTADO :3" JAJAJAJJA

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  2. CORRECCIÓN: Y así es como cierro un capitulo perfecto

    Puedo decir que seguro que consigues todo lo que te propongas, y que si publicas este libro, yo seré la primera en comprarlo y releerlo. En definitiva puedo decir que eres una escritora de 12.

    Y me paro a pensar. Intento recomendar este blog a todo el mundo, porque no me cabe en la cabeza... ¡¿CÓMO UN BLOG TAN INCREÍBLEMENTE GENIAL/PERFECTO/MARAVILLOSO tiene 20 seguidores cuando debería tener 813729018301984324 y mi teoría es que la gente no lo conoce porque si no se pasaría el día leyendo y cuando acabase entraría en depresión hasta el próximo capítulo.

    Seré sincera, en la vida he criticado mal una historia. Mis comentarios siempre son buenos a la gente que me pide leerlos. Pero por dios, que sigo 2 historias. ¡2! Y ESTA ES MI PREFERIDA, que yo soy de la verdad por delante, y me da igual que tengas 15 años, que nadie conozca tu blog porque por favor ESTE BLOG ES UNA MARAVILLA, ES PERFECTO. ES QUE SOBREPASA LOS LIMITES DE LA PERFECCIÓN...

    Está increíblemente perfecto. No tengo palabras. La verdad es que cuando me dijiste de dejarlo insistí e insistí porque me niego por completo a perder esta historia.

    Y sigo sin explicarme como escribes así. Tan genial. Tan increíble. Tan perfecto. odos los capítulos son perfectos, y cada día te superas. Y cuando pensamos que es imposible, que la perfección en sí no existe llegas tu.

    La manera de describir cada momento, de hilarlo todo. La abundancia de adjetivos, el tiempo que marca todo, si hasta tiene musicalidad, es decir, se lee por sí solo. No se hace pesado, todo lo contrario. Las palabras SIEMPRE son las adecuadas, es que no hay manera de hacerlo mejor.

    Contrastas los sentimientos de ambos a la perfección como si no existiese otra cosa, como si al leer, te adentrases tanto en la historia que vivieses por ella.

    ¿Hablamos de tu descripción? POR FAVOR, ve a la universidad a enseñar a escribir a futuros escritores. Haces que sintamos todo desde la piel de Kathy, con sus temores, sus miedos... ha pasado de ser fuerte a la debilidad moral, es decir, que nos estas demostrando que dependemos de la gente que queremos porque cuando perdemos los recuerdos de quienes son, nos perdemos a nosotros. Describes los hechos de su vida que 'recuerda' desde el miedo y el dolor, con pequeñas pinceladas sobre la realidad que se describe, me parece sencillamente perfecto.
    Es que lo tuyo es básicamente una mezcla de lo real de la vida de Kathy y todo el dolor o la confusión que pasan en este momento y lo maravilloso del momento. Como consigues atraparnos en lo que hace Jacob por ella. Y haces que a pesar del drama nos enamoremos de la historia, del capítulo, nos dejas con ganas de más... nos dejas sin palabras.

    Y ese mini dialogo que tienen, que crea un momento perfecto entre ellos :')

    No me enrrollo más que debes estar aburrida y yo ya no se ni que estoy escribiendo, es la euforia de que mi escritora de blogger preferida haya publicado, ya sabes.


    Un saludo enorme PERFECTÍSIMA / MARAVILLOSA / ÚNICA / INSUPERABLE / INCREÍBLE escritora. Espero que subas pronto y sigas SIEMPRE adelante con esto porque me parece que la palabra perfección acaba de adquirir un nuevo significado :')

    P.D: SUBE EL SIGUIENTE CAPÍTULO YA

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    1. Vale. Respira. Respira. Espera, no. ¿CÓMO SE RESPIRA EN UN CASO COMO ESTE? ¡¿QUÉ ES EL AIRE?! OH. DIOS. MÍO.

      No tengo palabras. No tengo palabras para contestar a este INCREÍBLE comentario. De verdad. Sólo puedo gritar. No te haces a la idea de lo increíble que ha ido para mí leer este comentario. ME HE EMOCIONADO. ME QUEDADO SIN RESPIRACIÓN. Y CREO QUE HASTA HE MUERTO.

      No sé cuántas veces lo he leído y releído, porque aún no me lo creo. No me lo creo, en serio. Que tú me estés diciendo esto. Jamás me imaginé que alguien como tú me lo diría. Jamás pensé que mi historia iba a gustarle a alguien. ¿Sabes lo que es para mí publicar un capítulo, y ver que hay gente que comenta? ¿Sabes lo que es para mí publicar un capítulo y encontrarte con ESTE MARAVILLOSO COMENTARIO? Es increíble. Es irreal, y no sé si algún día llegaré a creérmelo.

      Intento calmarme, y escribir algo coherente, pero es que no puedo. De la emoción no puedo. SI ES QUE NO TENGO PALABRAS. JO, QUÉ EMOCIÓN.

      De verdad, es... es que no hay adjetivos para expresar lo importante que es para mí que me digas todo esto, que me digas qué te parece la historia, si te gusta mi forma de escribir... No te haces a la idea de lo importante que es, ni de lo que me emociono al leer cosas como esta. Aunque si te soy sincera... este comentario ha sido ÚNICO. ÚNICO. ÚNICO.

      Si estoy aquí, si he llegado hasta el capítulo 70, ha sido gracias a los que me habéis apoyado siempre, y tampoco sabes cuánto te agradezco todo esto. Todo lo que me dices, tus comentarios, y al ánimo que me das con estos comentarios. ¿HOLA, ANDREA EVERDEEN? ¿DE VERDAD CREES QUE ME MEREZCO ESTO? DSETFDHRWEGFJ.

      Ya sabes que adoro que me leas, y que me animes, pero por nada del mundo quiero que te sientas obligada a leerlo. O a comentarme. O a lo que sea. De verdad.

      Sigo sin tener palabras. Me he quedado en shock, de verdad. Es un comentario PERFECTO, INCREÍBLE, MARAVILLOSO. Y por eso a veces me pregunto si de verdad me lo merezco. Si de verdad me merezco estas increíbles palabras... Y más viniendo de gente que escribes tan perfecto. Es irreal.

      "No me enrrollo más que debes estar aburrida y yo ya no se ni que estoy escribiendo, es la euforia de que mi escritora de blogger preferida haya publicado, ya sabes." Y aquí es cuando April se pone a llorar de la emoción.

      ASDFSFDFDG :_______________) Muchísimas gracias por todo, Andrea. O bueno, más bien infinitas gracias. De verdad que no sabes cuánto te lo agradezco. Ni siquiera sé expresarlo con palabras.

      UN BESAZO, ANDREA EVERDEEN, LA MÁS INCREÍBLE, PERFECTA, MARAVILLOSA E INSUPERABLE ESCRITORA ;)

      AERFRDGXFHGEJKRTHGJKTHBNKJTYHNJKTYHLKY4JNYLTKHJBWK4IGH54I3KHKHJTKIHTKW4HGK (HE APORREADO EL TECLADO, PARA QUE VEAS LO EMOCIONADA QUE ESTOY)


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  3. P.D 2: ASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIINCREIBLESEQUEDASUMAMENTECORTOCOMOYAHEDICHOOPASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPASDFGHJMASTEVALESEGUIRESCRIBIENDOESMASPONTEYAMISMOCONELSIGUIENTEKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPCOMONARICESPUEDESESCRIBIRDEUNAFORMATANSUMAMENTEPERFECTAASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPESPEROELSIGUIENTECAPITULOCONANSIASASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPLONECESITOPARAVIVIR

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  4. Dios. Me encanta. El capítulo ha sido una delicia de principio a fin. PUFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF EL FINAl, QUÉ FINAL! Me ha enamorado. DIOS.
    El momento de el recuerdo en la bañera, curradísimo, lo que viene después, me ha parecido muy divertido.
    ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAa
    ¿Cómo puedes hacerlo tan perfecto? Es que escribes tan genial................................. ADORO LO QUE HACES,QUE LO SEPAS. No me canso de decirtelo. Puf. Adoro ver una entrada tuya.
    PD (Corroborando a Andrea Everdeen): ASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIINCREIBLESEQUEDASUMAMENTECORTOCOMOYAHEDICHOOPASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPASDFGHJMASTEVALESEGUIRESCRIBIENDOESMASPONTEYAMISMOCONELSIGUIENTEKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPCOMONARICESPUEDESESCRIBIRDEUNAFORMATANSUMAMENTEPERFECTAASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPESPEROELSIGUIENTECAPITULOCONANSIASASDFGHJKLÑZXCVBNMQWERTYUIOPLONECESITOPARAVIVIR

    Un besito, linda. :))

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    1. ¡¡Muchísimas gracias, Jane!! *__* Me alegro muchísimo de que te haya gustado, es un honor saberlo :')
      Bueno, para perfecto ya está tú y tu blog... ¿Escribir genial? ¿Como por ejemplo tú, dices?
      Jo, muchísimas gracias por pasarte, y por seguir esta pequeña historia :') Y por comentar y sacarme una sonrisa siempre que lo haces :____)
      Un besazo, preciosa!

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  5. Hola, vale, son las ocho menos cuarto de la mañana y aquí estoy yo, ignorando la mochila que tengo que preparar; pero es que no me sentía tranquila hasta que no te dejara este comentario. Siento que yo no debo decirte esto, que son cosas que tú deberías saber, pero... Tu historia es atrapante. Hechizante. Con una redacción que la misma Collins envidiaría. Sabes hacer que nos metamos en la piel de los personajes, y tus escenas románticas... Bueno. Me hacen suspirar de alegría; no queda para nada forzado (ya ves que hay gente como una servidora que juntan a dos patatas en lugar de a dos personas, a juzgar por la rudeza de las escenas). Tu historia debería ser publicada, sí, o, al menos, más popular. ¿SÓLO 20 SEGUIDORES? Creo que es uno de los pocos blogs que valen la pena. Supongo que la gente se rehusa a leerte por la cantidad de capítulo; porque si no, no me explico que cualquier aficionada de tres al cuarto como yo tenga 40 seguidores, y tú 20 (a ver, entiéndeme, que está muy bien, pero te merecerías muchos más). AJASHSKEYWEIOAJSKIFUHESFUJHGRSDFEKRYWSHIFDEHKWSNFKSHDFLKHFLDJFHSLDFSDG, Me uno al movimiento pero el mío es más cortito por falta de tiempo. Un beso cielo y ojalá y llegues muy lejos con tus historias<33

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    1. *_________________________________________________________*
      OH DIOS. LLORO. MUERO. ME EMOCIONO.
      DSEHGQWFEHRGFJRGJRT Eres genial *___* He muerto con este comentario.

      "Con una redacción que la misma Collins envidiaría." ¿HOLA? VUELVO A MORIR.

      Jo, de verdad, muchísimas gracias, no sabes lo importante que es para mí que me digáis todo esto... Uf, que me emociono :____
      Tal vez mi blog no sea para tanto :3333 ARSDFE3GTFY2HGRD Jo, que me vuelvo a emocionar otra vez....

      Y MÁS SABIENDO QUE ME LO DICE LA ESCRITORA DEL BLOG DE HIJOS DE AGUA Y FUEGO.

      Un besazo, cielo, y muchísimas gracias por todo tu apoyo y ánimo :')

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  6. excelente capitulo,
    esos recuerdos son señales de ke va mejorando su memoria, espero con ansias el proximo

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    1. Muchísimas gracias, Diana! ^^
      No puedo adelantar ni decir nada, la verdad... Pero, ¿quién sabe? Puede que sí, y puede que sea verdad que va mejorando :)
      Un beso, y espero subir el siguiente pronto :)

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  7. Me encanta el capitulo!!!*-* Pero lo que me parece un crimen para la nación es que se haya olvidado de Harry!!! jaja es broma espero que no te lo tomes a mal esk se extraña un poco oir hablar de el....

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    1. Muchísimas gracias, Anónimo!!!! ^^
      Estoy contigo, a mí también me parece un crimen... Jajaja Pero juro que no me he olvidado de él, y es probable que Kathy tampoco... Quién sabe.
      Un beso, y muchísimas gracias, Anónimo! Espero verte por aquí más adelante :)

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  8. AMAR ESTA HISTORIA ES POCO, ¡¿QUIERES PUBLICAR DE UNA VEZ?!

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    1. :_____________) Y otra vez, April muere de amor y de emoción....
      Jo, intentaré publicar pronto, de verdad :')

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  9. Tía me a encantado el cap perfecto y tengo el presentimientode q en el proximo la cosa va a estar bien, q recordará la memoria *-*
    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ PUBLICA YA NUEVO CAP!!!!!!!!!

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    1. Bella! ^^
      Jo, muchísimas gracias! :) Me alegro de que te haya gustado el capítulo!
      Quién sabe qué pasará :3
      Lo publicaré en breve, de verdad :')

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  10. INCREIBLE!!!! Como siempre el capítulo estupendo... Me dejas con muuuuchas ganas del siguienete.
    Espero que lo pibliques pronto, que ya se echaban de menos tus capitulos.
    Un beso
    Nuria :)

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